Según la investigadora de la Facultad de medicina UNAM Diana Guízar, tenemos un sistema nervioso entérico, formado por neuronas en el estómago y el intestino.
Al enamorarnos, se desencadenan muchos sentimientos, nos sentimos felices, frágiles, expuestos, enérgicos, todo al mismo tiempo. Y, en pocos segundos, llega ese cosquilleo en el vientre llamado “mariposas en el estómago”.
Esta investigadora señala que las mariposas en el estómago surgen porque tenemos un sistema nervioso entérico, formado por neuronas en el estómago y el intestino. Se trata de una subdivisión del sistema nervioso autónomo que es el encargado de controlar al aparato digestivo. Así, cuando tenemos alguna emoción surgen reacciones en el estómago y es cuando aparecen “las mariposas”.
Es el mismo sistema que se activa cuando nos da miedo y queremos huir”.
Cuando el sistema simpático que maneja el miedo siente esta emoción envía la orden para huir. Surge la adrenalina y en ese momento manda más sangre a los músculos, brazos y piernas para correr, y le quita sangre a otros órganos como el intestino y el estómago. Así, baja el nivel de flujo sanguíneo, el estómago lo detecta y le envía señales al cerebro. En el enamoramiento sucede el mismo proceso con la adrenalina y “es lo que entendemos como mariposas en el estómago”.
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