Ahora que ya identificaste a las personas tóxicas con las que te relacionas, es posible que haya una a quien no puedas excluir rápidamente de tu entorno. Por ejemplo, si es un compañero o jefe de trabajo. O si por desgracia, es un familiar político tal como una suegra o suegro, una nuera o yerno, una cuñada o cuñado etc. En estos casos tienes que tener en cuenta lo siguiente:
La tendencia de las personas tóxicas es manipular, dominar y crear drama/problema. Por lo tanto, lo más importante es que no reacciones emocionalmente ante este tipo de persona. ¿Cómo lo puedes hacer?
Visualízate como una roca gris. Suena chistoso, pero si te visualizas así, mientras la persona tóxica está tratando de agitarte esto te ayudará a enfocarte en ti misma y en limitar tu reacción en vez de enfocarte en lo que estás escuchando.
Este método también te recuerda que no es tu responsabilidad prestarle atención a la persona tóxica.
¿No es suficiente con visualizarte como una roca gris?, también actúa como tal:
1. De ser posible evita hacer contacto visual, no digas nada y mira para otro lado o aléjate. En pocas palabras, ignora a esta persona de una manera sutil y sobre todo siempre se diplomática.
2. Limita tu reacción, al menos mientras estás en frente de la persona tóxica. Si tienes que contestar algunas preguntas, da respuestas cortas, claras y puntuales.
3. No te defiendas, pues la persona tóxica podrá intentar acusarte o hacerse la víctima. Simplemente no reacciones ni con gestos ni palabras.
El resultado será que la persona tóxica se aburrirá pues no está consiguiendo su objetivo contigo, el cual es sacarte de casillas, crear drama, desbalancearte emocionalmente y convertirse en el centro de atención.
Por otro lado, tú recuperarás algo de control pues, aunque no puedes controlar las acciones de esta persona tóxica, puedes controlar tus reacciones mientras no le das el poder sobre ti.
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